Visitar San Sebastian - Conocer San Sebastian: HONDARRIBIA, UN MUNDO POR DESCUBRIR

HONDARRIBIA, UN MUNDO POR DESCUBRIR

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Hondarribia es una ciudad del País Vasco que se encuentra en la comarca del Bajo Bidasoa, emplazada en la parte más septentrional de la comunidad y limítrofe con el municipio francés de Hendaia. Su situación geográfica es estratégica y cuenta con unas infraestructuras de comunicación de primer orden. Aquí se halla el aeropuerto de Hondarribia-San Sebastián y tan sólo dista a una hora por carretera de Bilbao y a 15 minutos de la glamourosa Biarritz.

La palabra Hondarribia significa vado de arena. Su condición de puerto de mar fronterizo y su proximidad a la desembocadura del río Bidasoa impulsó la fortificación de la ciudad mediante murallas. A causa de su ubicación geográfica, ha sido partícipe de numerosas batallas a lo largo de la historia. Hondarribia aporta unas calles llenas de historia, especialmente las de su casco histórico. Está flanqueada por una muralla medieval en la que cada una de sus piedras es testigo de una batalla, un asedio o cualquier otro tipo de acontecimiento histórico.

Además, el viajero descubrirá el Castillo, hoy Parador Nacional de Turismo, la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, o todas las casas-palacio que salpican sus calles. Un resumen de lo que ha sido históricamente Hondarribia lo tenemos en la casa conocida como el Polvorín, lugar obligado para el inicio de una visita a la localidad.

Paseando por Hondarribia
Dar un paseo por la villa y contemplar así la belleza de sus edificios, con balcones de hierro forjado y labrados aleros, y rodeados por una muralla del siglo XVI. Entramos en el casco antiguo, declarado Conjunto Monumental, y accedemos por la Puerta de San Nicolás, construida a principios del siglo XVI. Junto a los edificios de la Edad Media, se encuentran también el Castillo de Carlos V, desde el que se puede observar la desembocadura del río Bidasoa. Entre los palacios, destacamos el Palacio Zuloaga y el de Casadevante, declarados monumentos por su belleza y su estilo barroco. Otro de los atractivos turísticos de la localidad son sus singulares y bellas calles con casas del siglo XVIII, como por ejemplo la Casa Consistorial, que responde a la tipología de las casas consistoriales con grandes escudos de la villa en su fachada. Cuenta la leyenda que en la casa solariega de los Eguiluz (siglo XVI-XVII) se alojaron en el año 1502 Juana la Loca y don Felipe el Hermoso durante uno de sus viajes.
Las plazas más importantes del casco histórico son tres: la Plaza de Armas, donde se celebran los festejos populares, la Plaza del Obispo (en ella se encuentra la Casa Palencia, donde se dice que nació el obispo Cristóbal de Rojas en el año 1502) y la Plaza de Gipuzkoa, construida por el arquitecto Manuel Manzano Monís.

Hondarribia nos sorprende debido a su multiplicidad de facetas como ciudad turística. Existen en esta ciudad innumerables formas de actividad turística con atractivo para las personas que la visitan. Así podemos hablar de las actividades náuticas, desde el buceo hasta la navegación, pasando por el remo o la pesca, en cualquiera de sus vertientes. El inmejorable marco de la bahía del Txingudi ofrece esa posibilidad a los amantes de los deportes del mar.

Por lo que se refiere a los paseos de montaña y senderismo, existen cantidad de recorridos perfectamente señalizados por parajes costeros en todo el monte Jaizkibel.

A parte del casco histórico, podemos disfrutar de las ventajas que ofrece una ciudad con playa, y que nos permite acceder a la naturaleza que la rodea y por tanto, al turismo rural. Su éxito como municipio turístico encuentra sus orígenes tiempo atrás: Hace ya más de cien años que la colonia madrileña de veraneantes gozaba de las delicias y calidez del verano de Hondarribia, así como de sus baños playeros. Hoy en día el concepto de turismo ha cambiado y de los antiguos bañistas, que todavía persisten, se ha pasado a otro tipo de visitante y también a ofrecer otra serie de servicios adaptados a los nuevos viajeros, que hacen de Hondarribia una ciudad turística en todo su concepto.

Caminando hacia la parte baja de la ciudad. Se llega al Barrio de la Marina, que conserva casas típicas de pescadores de gran belleza, además de haber sido declarado Monumento Histórico-Artístico. Aquí se encuentran la cofradía de San Pedro y la Iglesia de Santa María Magdalena, así como un pequeño puerto marítimo de carácter pesquero. Si continuamos por la carretera que lleva hasta el cabo Higuer podremos ver la bahía y la costa vasco-francesa, además del Castillo de San Telmo o Castillo de los Piratas. También se le conoce como el Castillo de los Piratas, pues fue construido en 1598 para defender la entrada de la bahía.

Fiestas y tradiciones
Destaca entre todas ellas la del día 8 de septiembre, donde se lleva a cabo un alarde de armas para rememorar la victoria de la ciudad en el año 1638 frente a las tropas francesas. Otra fiesta tradicional es la Entrega de la Kutxa, en la que una joven lleva los documentos de la cofradía de pescadores de San Pedro hasta la Iglesia Parroquial donde los cargos toman posesión constituyendo la Junta de la Cofradía de Mareantes de San Pedro. Además, hay que destacar la variedad de actos culturales, actuaciones y demostraciones de la cultura vasca e internacional durante los meses de verano. Sin embargo, la ciudad ofrece actos diversos durante todo el año. Hay un mercado mensual de pintores, que en los meses de julio y agosto es semanal, en concreto todos los domingos por la mañana en la plaza de Gipuzkoa. Por otro lado, el casco histórico está cuajado de galerías de arte con exposiciones de conocidos pintores, tanto autóctonos como foráneos. A lo largo del año se llevan a cabo diversas ferias, destacando la Medieval en el mes de junio y la conocida como Herri Giroa, en agosto y en las que participan artesanos especializados en diferentes disciplinas.